La argumentación a
La argumentación es un tipo de exposición que tiene como finalidad
defender con razones o argumentos una tesis, es decir, una idea que se quiere
probar.
Argumentar es defender una
idea aportando unas razones que justifican nuestra postura. La capacidad para
argumentar correctamente suele ir emparejada con la capacidad de influir sobre
las personas.
En general, la
argumentación es el acto mediante el cual intentamos convencer a otro de la
certeza de nuestras ideas u opiniones acerca de un determinado asunto o
persuadirlo de que lleve a cabo una determinada acción. El escritor intenta
convencer al escritor de la veracidad de su tesis, para ello presenta
información de apoyo (argumentos o razones) que respalda o justifica su tesis
como la opción correcta.
Elementos de la argumentación:
·
El objeto: es el
tema sobre el cual se argumenta.
·
Tesis: postura
que el argumentador tiene respecto al tema.
·
Argumentos:
razones en las que basamos nuestra postura. Deben estar directamente
relacionadas con el objeto de la argumentación y con la tesis que defienden.
Estan también los contraargumentos: argumentos que se utilizan para negar la veracidad de las ideas u opiniones contrarias a las mantenidas por un autor.
Estan también los contraargumentos: argumentos que se utilizan para negar la veracidad de las ideas u opiniones contrarias a las mantenidas por un autor.
Tipos de argumentación:
·
La argumentación positiva o prueba consiste en presentar argumentos
que respalden nuestra postura ante el tema objeto de la argumentación.
·
La argumentación negativa o refutación consiste en aportar
argumentos que sirvan para rechazar los argumentos contrarios a nuestra
postura.
Clases de argumentos:
·
Racionales: se basan en ideas y verdades aceptadas por la
sociedad.
·
De hecho: se basan en pruebas observables.
·
De ejemplificación: aquellos que se basan en ejemplos concretos.
·
De autoridad: están basados en la opinión de una persona
reconocida.
El texto argumentativo: es un tipo de texto que habitualmente comienza con la presentación
de unos hechos -exposición- y continúa con las razones que justifican una
determinada postura frente a esos hechos -argumentación-. Muestran una
presencia del:
·
Emisor: se manifiesta en 1ª persona.
·
Destinatario: en las formulas que el emisor incluye para dirigirse
a él.
Estructura del texto argumentativo:
·
Presentación: introducción que da comienzo al discurso, presenta
el tema e intenta captar la atención del destinatario.
·
Exposición de los hechos: enumera y explica los hechos que se
consideran fundamentales y presenta la tesis de forma clara.
·
Conclusión: es la parte final, resume lo expuesto y recoge la
tesis y los argumentos principales.
La lógica argumentativa:
Para que una argumentación sea correcta, los razonamientos deben
estar sujetos a las leyes de la lógica. Una mala argumentación se produce
muchas veces como consecuencia de la ignorancia del argumentador. Pero en
ocasiones se recurre de forma consciente.
Errores en la argumentación:
·
Los argumentos incorrectos se derivan de la mala utilización de la
lógica argumental:
o Elevar lo particular a la
categoría de general.
o Incurrir en círculos
viciosos.
o Establecer falsas
relaciones de causa-efecto.
·
Los falsos argumentos son modos de persuasión ajenos a la lógica
argumental:
o Apelar a los sentimientos
del destinatario.
o Apelar a la importancia,
al prestigio o a la autoridad del emisor.
Expresión oral y escrita:
El texto argumentativo
Función
Los textos argumentativos
son aquellos que mantienen determinadas ideas o principios basándose en el
razonamiento. Argumentamos cuando defendemos un juicio o algún hecho mediante
palabra. Por tanto, argumentar supone
aportar razones para defender una opinión.
Por lo general, los textos
argumentativos orales o escritos están dirigidos a un interlocutor al que
intentamos convencer o del que esperamos realice determinados comportamientos.
Los textos argumentativos tienen, pues, como principal finalidad la de influir sobre el receptor.
Estructura
La estructura de este tipo
de textos responde a la necesidad de comunicar con claridad lo que queremos
decir.
Suelen, por tanto,
presentar un orden muy lógico ya que se trata, básicamente, de presentar una
situación y de exponer una tesis.
La
mayoría de estos textos tiene cuatro partes:
-Introducción: presentación del tema. Por ejemplo: la necesidad de crear un
ambiente social de defensa del medio ambiente.
-Exposición: se expone la situación y se presenta la idea que defiende el
emisor. En relación al caso anterior: la contaminación de los ríos y la
urgencia de proceder a su limpieza.
-Argumentación: se justifica la opinión con diversos argumentos. Siguiendo con el
ejemplo, se puede aludir a casos ya conocidos de mejora de la naturaleza, a la
prosperidad económica que ello conllevaría para muchos sectores, a cuestiones
sanitarias, etc.
-Conclusión: se recuerda lo más relevante y se insiste en la idea fundamental.
Para terminar, recordaríamos la situación actual de los ríos, los pocos costes
de su limpieza y el elevado rendimiento ecológico y socioeconómico que tendría.
La tercera parte de estos
textos, la propiamente argumentativa, contiene la base de nuestro pensamiento.
En ella argumentamos nuestra opinión y, por lo tanto, hay que evitar en lo
posible la ambigüedad.
Podemos apoyar
nuestras ideas en distintos tipos de
argumentos.
Estos son los más habituales:
Autoridad: se cita a un experto o
persona reconocida para apoyar la opinión.
Cantidad: lo que la mayoría piensa
o hace funciona en ocasiones como argumento. La mención del sentido común se
incluye en esta variante.
Científico: la autoridad o el
prestigio científico pueden servir para apoyar
un pensamiento.
Estético: lo bello se valora sobre
lo feo.
Experiencia personal: lo visto y vivido
personalmente funciona en ocasiones como argumento. Conviene no abusar del
mismo.
Hecho probado: basado en datos
constatables.
Justicia: lo justo debe prevalecer
sobre lo injusto.
Moral: las creencias éticas
socialmente aceptadas pueden ayudar a justificar una opinión.
Semejanza: se defiende algo en
razón de ser muy parecido a otro elemento que nos convence.
Tradición: el peso de la costumbre
puede servir para conformar nuestras ideas.
Utilidad: se valora lo útil,
necesario y eficaz, frente a lo inútil, ineficaz o peligroso
.
En resumen, para que un
texto argumentativo cumpla bien su función, basta con respetar pocas pero
importantes reglas:
-Ordena bien tu texto, marca tus objetivos al comienzo y proceder
con claridad.
-Basa tus ideas en, al menos, tres o cuatros tipos distintos de
argumentos.
-Apoya tu intervención en gráficos e imágenes si te es posible.
-Cuida el final: las conclusiones deben ser claras y rotundas.
Léxico:
El léxico de la argumentación
Verbos de opinión
y verbos valorativos
En los textos
argumentativos se emplean con frecuencia oraciones formadas con verbos que
indican opinión, como creer,
entender, opinar, etc., que se usan para expresar el punto de vista que se
tiene sobre una materia. También se emplean verbos que indican valoración, como estimar, valorar,
etc., para emitir una valoración personal sobre algún hecho conocido.
Es frecuente el uso de una
construcción defectuosa, llamada dequeísmo,
con algunos de estos verbos y que consiste en anteponer indebidamente la
preposición “de” a la conjunción “que” con verbos de opinión:
*Pienso de que… por
*Pienso que…
*Creo de que… por *Creo que…
Mal *Considero de que… por *Considero que… Bien
*Opino de que… por *Opino que…
*Opino de que… por *Opino que…
Por otra parte, en otras
ocasiones se incurre en el defecto contrario: la supresión de la preposición
“de” que debe ir delante de la conjunción “que” en algunas contusiones:
*Estoy seguro que… por *Estoy
seguro de que…
Mal *Estoy convencido que… por *Estoy convencido de que... Bien
*Te informo que… por *Te informo de que
Conectores habituales en la argumentación
Los conectores son nexos que unen y organizan la información de un texto. Al
cumplir con esta función de "unir", los conectores proporcionan un
significado a la información que relacionan, por esa razón existen diversos
tipos de conectores: algunos unen una causa con su consecuencia, otros indican
una relación de tiempo, otros sirven para organizar el discurso, entre otras
clases de conectores.
Los tipos de conectores más frecuentes en los textos argumentativos son:
- Organizadores: son los que ordenan las ideas, algunos de
ellos son: en principio, en primer lugar; en segundo lugar;
en síntesis, en suma, para concluir, en resumen, etc.
Ejemplo: En primer lugar les
corresponde de manera exclusiva la educación y concientización de todos los
ciudadanos que habitan el territorio de esta Nación. (...) En
segundo lugar deben utilizar los medios necesarios para detectar
los delitos producidos en las rutas y calles y sancionar a los responsables de
manera severa y con las penas correspondientes.
- Causales: explican el por qué de lo que se afirma, es decir, remiten a
la causa. Estos son: porque, puesto que, ya que, debido a, a
causa de, etc.
Ejemplo: Las redes sociales contribuyeron
a la solución del problema porque se sumaron a la
campaña de difusión.
En este ejemplo el efecto o
consecuencia es que las redes sociales contribuyeron a
solucionar el problema y la causaes que se sumaron
a la campaña de difusión.
- Consecutivos: indican la consecuencia
producida por una determinada causa. Algunos conectores consecutivos son: por lo
tanto, en consecuencia, por consiguiente, así pues, etc.
Ejemplo: El tema no fue tratado
en la última reunión del año, por lo tanto no se podrá
aumentar el valor de la inscripción.
- Adversativos: estos conectores señalan una oposición, un
impedimento a la idea que la precede. pero,
sin embargo, no obstante, etc.
Ejemplo: Los nuevos montos de las multas
son muy elevados, sin embargo no se disminuyeron las
infracciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario